“Espera lo mejor, prepárate para lo peor y acepta lo que venga”
- Ana Mirtha Vargas
- 6 jul 2019
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 9 jul 2019
Por Ana Mirtha Vargas
Es un antiguo refrán inglés, y como todos los aforismos populares, encierran la sabiduría. Es difícil esperar lo mejor cuando nos sentimos acosados y desafiados por las situaciones calamitosas, prepararnos para lo peor no forma parte del currículo educativo y la aceptación de las circunstancias resulta engorroso cuando lo que sucede se aleja de nuestros deseos.
Para afrontar los fracasos necesitamos prepararnos también para ello, buscar salidas alternas, como decía mi padre, que paz descanse: “¡También hay que contar con el moquillo!” haciendo alusión a una enfermedad que le daba a los pollos que ocasionaban pérdidas a las granjas avícolas por lo que debían prepararse para los momentos de limitaciones y escasez.
En un abrir y cerrar de ojos el escenario puede cambiar: un premio, un ascenso, conoces a alguien que te transforma la vida, tienes una idea creativa que te trae fortuna, una buena noticia o surge un período calamitoso, surgen reveses: una enfermedad, un accidente, una pérdida, una derrota. Para el fracaso nadie está preparado necesitamos saber manejarnos cuando el tiempo no sopla a nuestro favor, recordando que es la resistencia del viento que produce el avance del velero.
El fracaso es parte de la vida y no hay que avergonzarse por ello. Seguir a pesar del dolor, de nuestros miedos, desalientos y desengaños. Afrontar la caída, con la frente erguida con la madurez que te aporta la experiencia vivida. Vuelve a comenzar.

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